Notas:
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Durante los primeros años del siglo XIII, o quizás un poco antes, llegaron a Barcelona
escultores que se encargaron de la realización de obras como la puerta de la catedral
de Barcelona, la fachada y el claustro del monasterio de Sant Pau del Camp o los capiteles
del patio del Palacio Episcopal. La escultura conservada de la residencia
obispal, al tiempo que presenta claras relaciones con Sant Pau del Camp, es una
muestra de la confluencia de las diferentes corrientes que permiten explicar la plástica
barcelonesa. En este sentido, hay que señalar el papel destacado que tiene la escultura
de las iglesias de los castillos de Camarasa y de Sant Martí Sarroca, así como
la de la catedral de la Seu d'urgell. Asimismo, es posible situar los elementos esculpidos
aún conservados en el transformado conjunto episcopal dentro de los primeros
años del siglo XIII. |