Notes:
|
Rivers carry sediment almost continuously from headwaters to deposition zones. Dams and gravel
mining interrupt such continuity, causing severe damages to downstream fluvial and coastline ecosystems. Sediment
deficit is not only an environmental issue, but also a socio-economic problem. Sediment captured by reservoirs
reduces their capacity to store water, and infrastructures in rivers and beaches are also strongly affected by lack of
sediment. Sediment deficit and its effects are illustrated in this report with examples from NE Spain, focusing on
the Ebro River and rivers in the Catalan Coastal Ranges and Eastern Pyrenees. Over the long-term, sound programmes
must be definitively implemented to monitor sediment transfer in river systems and changes over time.
But, in the meantime, short-term correction steps should be undertaken, including a) for gravel mining, prohibition
in strongly unbalanced rivers, especially in reaches downstream of dams, adding of environmental costs into the
price of product (aggregate), and exploring alternative sources of aggregate (concrete recycling, reservoir deposits),
and b) for regulated rivers, sediment-pass through in reservoirs only during high flows, and mechanical removal
from reservoirs together with flushing flows for artificial sediment nourishment downstream, to prevent (or restore)
lost of fish habitat and delta regression.
Los ríos transportan el sedimento casi de manera continua desde las cabeceras de las cuencas hasta las áreas
de sedimentación aguas abajo. Las presas y las extracciones de áridos interrumpen esa continuidad, causando importantes
alteraciones en los ecosistemas fluviales y costeros. El déficit de sedimento no es sólo un problema ambiental
sino también socioeconómico. El sedimento retenido en los embalses reduce su capacidad y vida útil, mientras que las
infraestructuras en ríos y playas pueden padecer desperfectos debido a la falta de suministro sedimentario. Esta revisión
ilustra las causas y los efectos del déficit de sedimento con ejemplos del NE de España, incluidas la cuenca del
Ebro y las cuencas de las Cordilleras Costeras Catalanas y el Pirineo Oriental. A largo plazo deben ponerse en funcionamiento
programas de control del transporte de sedimento en sistemas fluviales. No obstante, a corto plazo deberían
tomarse medidas para corregir estos desequilibrios, entre ellas: a) por lo que se refiere a las extracciones de áridos,
prohibición estricta en ríos con fuerte déficit de sedimento, especialmente en sectores aguas abajo de embalses, inclusión
de los costos ambientales en el precio del producto (áridos), y búsqueda de nuevas fuentes de sedimento (reciclaje
de derribos, extracción en deltas de embalses) y, b) con relación a las presas, liberación de sedimento durante crecidas
de cierta magnitud, y extracción mecánica de los embalses como a fuente alternativa para la alimentación artificial
durante crecidas artificiales, como técnica para prevenir (o restaurar) la pérdida de hábitat ictícola y la regresión
de playas. |