Notes:
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Tomar conciencia del amor, la gratitud, la generosidad, la alegría, la admiración, la curiosidad, que sentimos y que ofrecemos, es tan importante como saber regular las
emociones negativas: la frustración, el enfado, la rabia, la vergüenza, todo ello, enriquecerá nuestra autoestima y las relaciones con los demás, así como el deseo de mejorar nuestro entorno familiar y social. Nuestros hijos y alumnos respirarán, a la vez que se nutrirán, de este bienestar. Como padres y maestros somos su ejemplo a seguir |