Este proyecto pretende mejorar la gestión actual del mantenimiento del alumbrado público en el municipio de estudio haciendo uso de una de las tecnologías emergentes con más potencial: el código QR (a través del teléfono móvil). El proyecto piloto ICING (año 2006) ya propuso este sistema como método comunicativo entre el ciudadano y la Administración Pública. Otro de los objetivos, aprovechando la tecnología anterior, es mejorar la comunicación entre ambos. No toda la sociedad está acostumbrada a las nuevas tecnologías, fenómeno conocido como brecha digital. Este estudio tiene la intención de fomentar y acercar la tecnología móvil a toda la ciudadanía, en este caso, para reportar incidencias relacionadas con el alumbrado público. Primero se hace un estudio de la situación actual de la gestión del alumbrado público y de la comunicación ciudadano – Administración Pública para saber los aspectos a mejorar en el municipio de estudio. Después se describe la solución técnica, basada en el código QR, para que tanto ciudadano como Administración (a través de la empresa encargada de la gestión del alumbrado público) puedan hacer uso de esta solución en beneficio de ambos. También se pretende minimizar, de forma progresiva, el mantenimiento preventivo con el objetivo que sea correctivo y, en cierta forma, predictivo. Este paso será posible gracias a disminuir las rondas nocturnas a favor que sea el ciudadano quien avise a la empresa mantenedora sobre las incidencias del alumbrado público. El estudio de implantación de este proyecto se ha hecho a 8 años vista, siendo rentable si se remite a los resultados del estudio económico, recuperándose la inversión inicial en un periodo de tiempo razonable. La empresa encargada de la gestión del alumbrado público no solamente verá reducido su gasto económico, sino que la implantación de este proyecto, en comparación con la situación actual, le reportará ingresos. El ciudadano avisará a la Administración sobre incidentes relacionados con el alumbrado público y éste se pondrá en contacto (a través de la empresa mantenedora) con el primero estrechando la comunicación entre ambos. También se analizarán los puntos negativos de este método para reportar incidencias: depreciación del flujo luminoso, brecha digital y voluntad de participación. Este proyecto también tiene en cuenta el impacto ambiental. Por un lado, todas las lámparas de estudio contienen mercurio. Gracias al ahorro en el cambio masivo de lámparas (cada tres años) realizado con el mantenimiento preventivo, se eliminará una gran cantidad de este elemento nocivo. Por otro lado, la implantación física del proyecto dará al municipio de estudio una imagen moderna, la misma que quiere transmitir la solución propuesta.