Se ha llevado a cabo el diseño bioclimático integral de una vivienda unifamiliar aislada con aplicación de energías alternativas. La idea surge de la necesidad actual de hacer más eficiente nuestra tipología de arquitectura, de tal forma que consigamos aprovechar al máximo las opciones que nos da el entorno y las energías renovables. De este modo conseguimos cubrir las necesidades de los usuarios, con el menor gasto energético artificial posible, y con el menor impacto ambiental. Para ello, inicialmente, se ha hecho un análisis exhaustivo del emplazamiento de la vivienda y su entorno, evaluando los niveles de radón y los campos geomagnéticos de la parcela, para cerciorarnos que son los adecuados y que no afectarán la calidad de vida ni la salud de los usuarios. Una vez demostrada la viabilidad del terreno, hemos estudiado a nivel arquitectónico, las diferentes posibilidades de orientación y emplazamiento, teniendo en cuenta factores climáticos y naturales como terreno, sol, vientos, vistas etc. Hemos optado por la opción más equilibrada, que favorece a cada punto de manera ecuánime, siendo consecuentes con dichos estudios. Posteriormente hemos analizado la climatización de la vivienda. Teniendo en cuenta decisiones puramente arquitectónicas y energías alternativas, logramos que la vivienda sea capaz de autorregularse térmicamente, prácticamente sin la ayuda de dispositivos mecánicos. La vivienda se calienta por si misma por efecto invernadero, por radiación solar directa e indirecta, mediante la ubicación estratégica de muros Trombe orientados hacia el sur, y con la utilización de la biomasa, que es una fuente de energía inagotable y no contaminante. La refrigeración se realiza de forma natural disponiendo de protecciones solares para la radiación solar directa e indirecta, con la ayuda de la ventilación natural de la vivienda y mediante un sistema geotérmico de galerías subterráneas. Por tal de demostrar la eficiencia del mismo, se ha llevado a cabo un experimento a pequeña escala de su funcionamiento, obteniendo un descenso de la temperatura de hasta 15ºC. Hemos diseñado un plan de ahorro de agua, utilizando elementos sencillos como grifos y pulsadores de doble descarga para WC y recogiendo el agua de lluvia para regar el jardín. Hemos escogido cuidadosamente los materiales de la vivienda. Buscando materiales más ecológicos, productos naturales, con procesos industriales más sencillos, reciclables y que generen un menor impacto ambiental. Finalmente se ha llevado a cabo una simulación del ahorro energético en el programa DesignBuilder. Hemos obtenido resultados muy favorables. Logramos un ahorro aproximado del 40% en energía de calefacción y casi un 100% en energía de refrigeración, lo que conlleva a una reducción cercana al 36% al año en combustibles y fuentes de energía.