La contaminación olfativa constituye en la actualidad una problemática medioambiental, especialmente en las grandes urbes y áreas metropolitanas de los países desarrollados. Las molestias por olores procedentes de la red de saneamiento y de las estaciones depuradoras de aguas residuales han originado una enorme presión social en gran número de municipios, que se han visto obligados a estudiar en detalle los problemas que estos olores generan y los métodos disponibles para su eliminación. El objetivo de este proyecto es proporcionar una guía de tecnologías para que, por ejemplo, cada municipio conozca las prácticas posibles a la hora de abordar los problemas de olores, además de establecer una metodología a seguir para determinar la mejor tecnología aplicable a cada caso concreto. Con este objetivo se han revisado diferentes tecnologías, algunas de ellas aún emergentes, y se ha evaluado su funcionalidad, aplicabilidad, costes y rendimientos. El contacto con los proveedores de algunos de los métodos más empleados y las visitas en campo a lugares muy diferentes en cuanto a condiciones de operación, han permitido enriquecer este proyecto, permitiendo dar una visión más completa y real de los métodos estudiados en teoría, conociendo su implementación y comprobando en primera persona la problemática actual de la contaminación olfativa. El estudio realizado ha permitido establecer las mejores tecnologías a aplicar en diversas zonas de la red. De este modo, los problemas de olores asociados a las estaciones de bombeo serán tratados principalmente por tratamientos en la fase gas, mientras que para los olores producidos a la salida de tuberías de impulsión resulta más conveniente tratar el efluente mediante adición previa de agentes químicos (oxígeno, sales de hierro) que prevengan la formación de sulfhídrico o eliminen los sulfuros presentes. Por otra parte, y a pesar de que los tratamientos son en muchos casos la única vía posible, no se debe olvidar que la prevención es lo primero que se debe tener en cuenta para evitar la formación de sulfuros en la red. En las nuevas redes, las consideraciones de diseño deben ser el primer paso, estableciendo las pendientes necesarias y una ventilación adecuada. La limpieza también es un factor clave, pues evita la formación de capas de lodo en las que se generan los sulfuros. La mejor tecnología de tratamiento para cada caso concreto de aplicación se determina en función de diversos criterios de elección, siguiendo la metodología elaborada en este proyecto y atendiendo a las características específicas de cada red de saneamiento.