El estudio y conocimiento de la intrusión marina en acuíferos es compleja y puede entrañar aspectos de evaluación, cálculo, predicción y corrección que son difíciles tanto conceptual como cuantitativamente. Se trata de una circunstancia hidrogeológica de notable y renovado interés, que entraña retos científicos, técnicos y sociales, en especial cuando se afectan abastecimientos y usos humanos, y también a los valores naturales y sus servicios ecológicos. Además de las aguas subterráneas incluye las litorales. Con poco más de 100 años de conocimiento básico, en realidad los mayores desarrollos corresponden a las tres últimas décadas. El actual progreso teórico y de herramientas de cálculo es importante, pero no así el de observaciones y obtención de datos con el nivel de detalle y el carácter tridimensional que hace falta para evaluar los procesos hidráulicos e hidrogeoquímicos que se desarrollan en espacios reducidos, en los que las heterogeneidades suelen jugar un papel importante, a veces dominante. Los aspectos de gestión y sociales son en general los menos desarrollados y experimentados. A pesar de que existen notables acciones de gestión y para tratar de controlar la intrusión marina, los resultados positivos se refieren a situaciones concretas que no se pueden extrapolar a otros casos de forma sencilla. Los problemas de salinidad en acuíferos costeros son de varios tipos, como el desplazamiento lateral del agua marina en el acuífero, la formación de conos ascensionales bajo las captaciones desde cuerpos de agua salada profunda, actual o de épocas pasadas, efectos climáticos en áreas áridas y retornos de riego. Cada situación requiere un tratamiento diferente, en función del origen de la salinidad y de las características locales.