Abstract:
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La gente de Dominicana ha sido víctima, en los últimos 505 años, de cuatro canalladas, fue tan dantesca la violencia perpetrada por los agresores que las mujeres, desesperadas, acudieron al último recurso, negarse a parir y no reponer a los fallecidos, desapareciendo los nativos en pocas décadas; lo que motivó la segunda, llenar el vacío con esclavos africanos. Como detallaré la colonia devino otra cimarronera, conformada en esencia por africanos e hijos de la violencia sexual, y el blancaje gobernante ejecutó la tercera, negar la negritud; para ello puso en marcha la cuarta, forja del mito hispanico, grotesco embeleco culminado, 1992, con el Faro de Colón; idea original, 1852, de del Monte y Tejada autor, cómo no, del primer compendio de historia nacional. El faraónico monumento - costo y número de obreros muertos son secreto de estado celosamente guardado - es pura bravuconería, extravagancia u homenaje a la nada, desproporcionada y ciclópea cruz para albergar el sepulcro de Colón y un minimuseo de vaciedades. |