Abstract:
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En mis trabajos sobre la progresiva conformación del Perú como Estado na~ionalh,e~ podido constatar un progresivo decaimiento de la Iglesia, diezmada en forma creciente en sus recursos económicos y humanos y, al mismo tiempo, controlada por el Estado a través del ejercicio del Patronato. De ahí mi sorpresa cuando descubrí que en 1845, justo en el momento en~quee l Peru se disponía a desarrollar un tímido proceso de reformas liberales que le permitieran vertebrarse como Estado-Nación, del que formaron parte las medidas desamortizadoras de bienes eclesiásticos y la secularización de la vida cotidiana, cuya repercusión en las órdenes religiosas fue cualitativa y cuantitativamente mayor que la sufrida por la iglesia secular, justo en dicho año el Congreso aprobó una subvención a la actividad misionera de 3.000 pesos anuales, lo que a todas luces parecía contradictorio. |