Abstract:
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Hace diez años que Gas Natural dejó de ser considerada solo una empresa de gas en España para dar
luz a un problema estructural bastante grande: hay edificios de oficinas que enferman a sus
trabajadores (aunque casi la totalidad de los afectadores realmente sean trabajadoras). La sede central
de la compañía Gas Natural enfermó y los novecientos empleados que tenían en esa oficina entraron
en shock, muchos fueron los casos de personas que veían como su salud cambiaba cuando
comenzaban a trabajar en los nuevos edificios de oficinas de la ciudad, algunos mostraron signos
físicos como una especie de hoyuelo en el muslo a la altura de la mesa al ponerse de pie, ese fue la
chispa que dio paso en una epidemia, aunque esa muestra física solo fue la única que se ha podido
corresponder directamente con los edificios, pero jaquecas, dolores de cabeza, resfriados crónicos y
algunas otras patologías quedaron relegadas a formar parte de lo que se denomina el síndrome del
edificio enfermo.
Sin embargo, ese 2007 se recordará por esos hoyuelos que acabaron siendo médicamente
denominados como una lesión llamada Lipoatrofia Semicircular. No era algo nuevo, ya se conocía de
otros países, pero en España no había habido noticias de su existencia solo un aviso de que era un
riesgo emergente a tener en cuenta.
Con el paso de los años ha ido saliendo a la luz mucha información sobre el síndrome del edificio
enfermo y sobre la lipoatrofia semicircular aunque todavía bastante lejos de tener una respuesta
definitiva a qué es y sobre todo a qué lo causa, pero la gran cantidad de estudios ha dado luz a varios
factores que pueden dar bastantes boletos para que una persona pueda padecer esa sintomatología
que proviene de los edificios.
La Generalitat de Catalunya lo reconoció entre sus enfermedades más comunes, hubo casos de éxito,
casos de caos y casos que fracasaron, ha sido caro y en muchas ocasiones por ese mismo problema
se ha evitado dar más datos que los justos sobre una patología que se desconocía y se temía a partes
iguales aunque se ha demostrado que su resolución era bastante más simple de lo que parecía a
simple vista: alejarse del lugar de trabajo durante una temporada.
Se descubrió a partir de la lipoatrofia semicircular que los edificios modernos eran una verdadera
trampa si su mantenimiento no era el adecuado, si su construcción no había tenido en cuenta
problemas que antes se desconocían como la calidad del aire, la humedad interior o la electricidad
estática de una construcción, aunque también el lugar donde estaba construido un edificio podía ser
importante a la hora de conocer la salud futura de un lugar de trabajo.
Para conocer todo ello investigamos qué se había hecho en cada caso, qué protocolos se habían
instaurado a partir de los diversos sucesos acontecidos en varios de los principales edificios de oficinas
de la ciudad de Barcelona, la importancia que tiene la situación de la ciudad y la que puede tener una
calle y su tipografía en que un edificio haga sufrir unas patologías u otras a sus trabajadores.
Es interesante, y lo hemos hecho constar, la cantidad de organizaciones y elementos que se han tenido
que relacionar a partir del descubrimiento del caso de la sede de Gas Natural, un caso que ha
cambiado políticas, ha establecido cambios en la prevención de riesgos y en el mantenimiento de los
edificios nuevos, ha servido para que empresas demuestren que tipo de comunicación tienen para con
sus trabajadores y hacia el exterior, y sobre todo cómo se han relacionado con otras gubernamentales
con tal de evitar que las epidemias fueran todavía más graves de lo que ya fueron en cuanto a volumen
de personas afectadas y costes para las empresas que albergaban esos edificios enfermos.
Todo ello ha llevado a un punto de exhaustividad que han generado las diversas hipótesis ambientales
que se han tenido en cuenta en el estudio. Hipótesis sobre los campos magnéticos o las radiaciones, la
conductividad de las aguas urbanas subterráneas, el mantenimiento y control de las instalaciones
centrado sobre todo en la calidad del aire de los edificios, el tipo de materiales que se usan en las
construcciones y cómo nos pueden afectar a la salud, las condiciones medioambientales especiales de
las grandes ciudades (microclimas) e incluso la pluviometría del lugar. Todo ello se ha de tener en
cuenta, todo suma y todo afecta.
La Lipoatrofia Semicircular y el síndrome del edificio enfermo que según la OMS está en un porcentaje
elevadísimo de nuevas construcciones modernas han llegado con fuerza en los últimos diez años,
aunque ya se conocía desde los años setenta, pero en nuestras manos que haya llegado para
quedarse o se puedan erradicar este nuevo tipo de enfermedades modernas |