Abstract:
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Nunca me había aproximado a la performance más que como historiadora del arte y espectadora, y reconozco aun la sensación nerviosa e ilusionada del inicio de un proceso desconocido, en el que me sumergía, pese a cierta inseguridad, por la autoridad que doy a mis compañeras y por el placer de compartir y aprender, una vez más, haciendo algo junto a Assumpta Bassas. Sabíamos que algunas de las alumnas a las que habíamos invitado tenían ya experiencia en prácticas de performance, otras no, y también que algunas conocían el pensamiento de la diferencia sexual, y otras no. La idea de que en nuestro primer encuentro nos acompañasen textos, palabras y obras de maestras en la diferencia sexual me tranquilizaba, ya que pensar a partir de los pensamientos y palabras de otras es una práctica que conozco y estimo, y compartirla forma parte de mi labor educadora. Al volver en tren desde Sant Cugat a Barcelona sentía la certeza de que lo vivido en ese primer día era experiencia inaugural que nos había abierto espacios para pensar modos y formas de expresar el cuerpo femenino en los que pudieran germinar la práctica del partir de sí en las acciones de las alumnas. Ahora, al final del proceso, me doy cuenta de que también se abrieron, despertaron, o simplemente permitieron, heridas, memorias y deseos, que se encarnarían y harían cuerpo en las acciones. |