Abstract:
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En Cataluña, la expansión del urbanismo disperso, conjuntos de casas unifamiliares con jardín separados de los centros urbanos, el equivalente morfológico al suburbio anglosajón, se produjo a partir de los años 70 al margen del planeamiento urbano. En aquel momento estas urbanizaciones albergaban mayoritariamente segundas residencias autoconstruidas por familias de clase obrera, pero a partir de los años 90 se fueron convirtiendo en vivienda habitual de familias de clase media, las cuales han heredado gran parte de la precariedad urbanística constitutiva de estas zonas. A pesar de su peculiar precariedad, el suburbanismo catalán ha sido un territorio muy poco transitado por las ciencias sociales, especialmente desde una perspectiva socio-antropológica. A través de un estudio de caso etnográfico, este artículo analiza el proceso de suburbanización de familias que se han trasladado recientemente a una de estas zonas, al tiempo que discute críticamente aspectos como la homogeneidad social y las tendencias antiurbanas que suelen atribuirse en la literatura a este tipo de configuraciones residenciales. |