Resum:
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La utilización de portainjertos de frutales adaptados a condiciones mediterráneas que confieran una
elevada productividad además de poseer características de resistencia o tolerancia frente a plagas,
enfermedades y de adaptación a los parámetros medioambientales predominantes, es una necesidad para
las zonas de producción frutícola de nuestro país. Este proyecto se planteó como un estudio multidisciplinar
de selección de materiales vegetales para conocer su comportamiento agronómico y poder predecir su
capacidad de adaptación a situaciones de replante. La replantación de frutales es actualmente una actividad
dinámica, más frecuente que el establecimiento de nuevas plantaciones en las áreas tradicionales de
producción, y que plantea generalmente problemas de mortalidad y de crecimiento lento de los árboles,
reduciéndose a medio y largo plazo la vida útil de la plantación.
Los nematodos fitoparásitos son un componente esencial en las situaciones de replante porque reducen el
vigor de las plantas y predisponen a las raíces a infecciones secundarias causadas por otros patógenos de
suelo. La elección de portainjertos resistentes a nematodos suele ser esencial para asegurar la supervivencia
del árbol, así como su productividad. Las implicaciones medioambientales de esta elección son muy
importantes porque la resistencia en cultivos perennes es la alternativa más fiable a los nematicidas de uso
restringido por su elevada toxicidad. La resistencia sin embargo, no puede ser la única alternativa a
considerar por los productores debido a sus actuales limitaciones. Hay que tener en cuenta la propia
variabilidad patogénica de los nematodos y la capacidad de adaptación de los portainjertos resistentes a
condiciones de estrés abiótico (salinidad, caliza, déficit hídrico, asfixia) que a su vez pueden modificar la
expresión de resistencia. |