Abstract:
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La evaluación de riesgos derivados de atmósferas explosivas es un requisito legal que debe cumplir cualquier empresario que sea titular de instalaciones en las que se utilicen sustancias susceptibles de originar atmósferas explosivas. En estos casos, también es de obligada realización el Documento de Protección contra Explosiones (en adelante DPCE), que debe configurar un informe completo del proceso de evaluación del riesgo y reflejar aquellas medidas técnicas y organizativas que se aplican para la prevención y protección contra explosiones. A nivel legal se prevé la publicación, por parte del Instituto Nacional deSeguridad e Higiene en el Trabajo, de una guía técnica para facilitar la realización de estastareas; a día de hoy todavía no ha aparecido. Con carácter sustitutivo, se presenta una metodología para la evaluación de riesgos derivados de atmósferas explosivas.La metodología pretende sistematizar la evaluación del riesgo y la elaboración del DPCE,así como permitir su aplicación al mayor número de casos posibles, intentando salvar las características diferenciales de las muy variadas ramas de actividad en las que puedenaparecer atmósferas explosivas. Para la evaluación de su eficacia y polivalencia, lametodología ha sido aplicada en un caso práctico, que pretende ser representativo delsector industrial actual.El riesgo se evalúa mediante el estudio de probabilidades de formación de atmósferasexplosivas (clasificación de zonas) y presencia de fuentes de ignición efectivas. Debido aque las instalaciones analizadas son anteriores a la aparición de la normativa concordante,se aplica un estudio específico de idoneidad de los equipos (no disponen de certificados por parte del fabricante). Posteriormente se evalúa el riesgo global de la unidad, introduciendo factores para considerar el riesgo asociado a la antigüedad de la planta, la presencia de personas o las zonas clasificadas con elevada probabilidad de presencia de atmósferas explosivas. Según el nivel de riesgo obtenido se define un nivel y prioridad de intervención, que deberá permitir la aplicación de medidas para la prevención y protección de explosiones; al final debe garantizarse un nivel de seguridad suficiente para el lugar de trabajo.A pesar de las diferencias técnicas y organizativas de cada una de las instalacionesanalizadas durante la aplicación práctica, la metodología ha permitido obtener resultadossatisfactorios en cuanto a versatilidad y eficacia. La obtención de una valoración globalfacilita la interpretación del nivel de riesgo y una primera orientación de las prioridades deintervención. La inspección específica de los equipos para determinar su idoneidad y elestudio sistemático de fuentes de ignición permiten detectar los puntos críticos de lainstalación. |