Una viga de hormigón armado sometida simultáneamente a momentos flectores y esfuerzos cortantes desarrolla un esquema de fisuración oblicua respecto al eje de la pieza, en contraposición a las fisuras ortogonales asociadas a la flexión pura. La anisotropía inducida por este patrón de fisuración genera una interacción entre los esfuerzos normales y tangentes, parcialmente recogida por normativas de diseño a través de un incremento de tracción asociado al cortante en las armaduras longitudinales. Sin embargo, la interacción flexión-cortante tiene otros efectos omitidos usualmente en el diseño, como son el incremento de tracción en la cabeza de compresiones debido al cortante y el aumento de tensión en las armaduras transversales por efecto del momento flector. El desarrollo de un modelo de diseño racional que considere de manera completa la interacción flexión-cortante seria de gran utilidad para la comprensión y el avance hacia un diseño óptimo y seguro de las estructuras de hormigón.