En el distrito minero abandonado del Priorat han sido explotados depósitos filonianos polimetálicos asociados con intrusiones graníticas y metasedimentos. El vertido de residuos mineros y el drenaje de la minas ha contribuido, a pesar de las condiciones de pH neutro, a la movilización de algunos metales hacia las aguas superficiales, subterráneas y los suelos. Los residuos mineros contienen elevadas cantidades de Cu, Pb, Zn, As, Sb, Ba, por encima de los niveles regulados en Cataluña para suelos de uso industrial. Los drenajes de las minas y las aguas subterráneas muestran, por lo general, un pH neutro a causa de la disolución de carbonatos y silicatos, así como altas concentraciones de sulfatos, Fe, Mn, As, Pb y Zn. La modelización geoquímica ha mostrado que los carbonatos pueden controlar la solubilidad de Ca y Mg y el pH, mientras que la sanidina no es estable en estas aguas y es probable que se disuelva. La presencia de plomo en los drenajes mineros y las aguas subterráneas, en concentraciones relativamente bajas, a pesar de la estabilidad del PbCO30 y la abundancia de galena en los depósitos minerales, puede deberse a la formación de anglesita sobre la galena, lo que bloquearía el proceso de meteorización del sulfuro.

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