dc.contributor |
Universitat de Barcelona |
dc.contributor.author |
Piqueras Céspedes, Ricardo |
dc.date |
2017-03-01T15:02:45Z |
dc.date |
2017-03-01T15:02:45Z |
dc.date |
1999 |
dc.date |
2017-03-01T15:02:45Z |
dc.identifier.citation |
0520-4100 |
dc.identifier.citation |
508139 |
dc.identifier.uri |
http://hdl.handle.net/2445/107634 |
dc.format |
13 p. |
dc.format |
application/pdf |
dc.language.iso |
spa |
dc.publisher |
Universitat de Barcelona |
dc.relation |
Reproducció del document publicat a: http://www.raco.cat/index.php/BoletinAmericanista/article/view/98826 |
dc.relation |
Boletín Americanista, 1999, num. 49, p. 233-245 |
dc.rights |
(c) Universitat de Barcelona, 1999 |
dc.rights |
info:eu-repo/semantics/openAccess |
dc.subject |
Ordenances |
dc.subject |
Fonts històriques |
dc.subject |
Ordinances |
dc.subject |
History sources |
dc.title |
Antonio de Berrío y las Ordenanzas de 1573. |
dc.type |
info:eu-repo/semantics/article |
dc.type |
info:eu-repo/semantics/publishedVersion |
dc.description.abstract |
En 1573, año de promulgación de las ordenanzas, Antonio de Berrío y Felipe II contaban con 46 años, ambos nacieron en 1527 y estaban en pleno apogeo de sus respectivas trayectorias vitales. Monarca y vasallo, Rey y capitán, Felipe II y Antonio de Berrío representan la cabeza y los pies de una monarquía que necesita avanzar constantemente para no venirse abajo por el propio peso adquirido. Ambos protagonistas van a tener que asumir una herencia que les viene dada y que intentarán conservar y ampliar a costa de la dedicación y el esfuerzo personal. Tras diecisiete años de reinado, y años de regencia en ausencia de su padre el emperador, la herencia de Felipe 11 es un verdadero imperio configurado por reinos, provincias y enclaves en tres continentes con muy pocas conexiones entre si y a veces enormemente alejados como el caso de las Indias. La dilatada experiencia en asuntos de estado y la mas o menos clara perspectiva de los problemas que los diversos reinos le ocasionaban se debe a un entorno de militares, diplomáticos y colaboradores que como el Duque de Alba o Juan de Austria, Ruy G6mez1, Gonzalo Pérez, Luis de Requesens o el cardenal Granvela entre otros muchos, aligerarán constantemente la pesada carga que un monarca como Felipe II tuvo que asumir para hacer valer sus principios políticos y religiosos en la Europa del momento. Como bien afirma Kamen, 'la hostilidad fue el precio que España tuvo que pagar por su creciente papel imperial |