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El artículo discute la relación entre economía
política —neoliberalismo y posneoliberalismo—
y políticas de reconocimiento de la
diversidad cultural en Ecuador. Se estudia el surgimiento de un importante movimiento
indígena capaz de liderar a los movimientos
sociales en el contexto de la crisis de la izquierda
y capaz de obstaculizar hasta cierto punto
el ajuste neoliberal, así como su progresivo debilitamiento.
El neoliberalismo se caracterizó
por el reconocimiento limitado de la etnicidad,
mientras desconocía la agenda clasista y
de cambio estructural de estos movimientos.
Además, ejecutó políticas de redistribución
económica focalizada que tuvieron el efecto
de recambiar los liderazgos indígenas, de
enfocarlos en proyectos de desarrollo a corto
plazo, y de despolitizarlos. Durante la época
posneoliberal se ha retrocedido aún más.
Los limitados derechos al reconocimiento y
tolerancia neoliberales se han transformado
en apropiación estatal de las agendas de los
movimientos sociales, intolerancia, y represión
a los indígenas que no colaboran con el
régimen. Además se ha retrocedido con respecto
a la autonomía, participación y otros
derechos colectivos que los pueblos indígenas
obtuvieron en el periodo anterior. Esto
ocurre en un contexto en que los derechos
colectivos se convierten en un obstáculo para
la expansión de intereses mineros y petroleros
transnacionales que financian el presupuesto
del estado.
This article focuses on the
relationship between political economy
—neoliberalism and postneoliberalism—
and the politics of recognition of cultural diversity in Ecuador. The authors discuss
the rise and decline of an indigenous
movement capable of both leading social
movements in a context of the crisis of the
left, and blocking neoliberal restructuring
to a certain extent. Neoliberalism was
characterized by limited recognition of
ethnic diversity while ignoring the
class and structural change agenda
of these movements. Neoliberal
governments conducted targeted
economic redistribution, which had
the effect of replacing the indigenous
leadership, encouraging the movement
to focus on short-term development
goals, and depoliticizing it. During the
postneoliberal period, there have been
further losses in indigenous rights.
Limited recognition and increased
tolerance gave way to state appropriation
of social movement agendas, intolerance,
and repression of indigenous citizens
who do not collaborate with the regime.
Furthermore, there has been a reduction
in autonomy, participation, and other
collective rights previously achieved by
indigenous peoples. This is happening in
a context in which collective rights have
become an obstacle to the expansion of
transnational mining and oil interests, the
revenues of which are key to financing
state budgets. |