En la actualidad existen un número importante de construcciones a base de paredes portantes de obra de fábrica. Ello ha llevado a una creciente preocupación por la seguridad tanto por el número de construcciones como por el conocimiento de su comportamiento. El peculiar comportamiento de la obra de fábrica es debido a los materiales que lo componen, ladrillos o bloques, unidos entre ellos mediante juntas de mortero de espesores diversos. Las diferentes propiedades deformacionales de los componentes, la naturaleza compuesta del material y la tipología de aparejos le confieren a la obra de fábrica un comportamiento anisótropo, frágil y no lineal. El estudio de las estructuras existentes realizadas con este material, por tanto, plantea la dificultad de su modelización y requiere del uso de programas de cálculo sofisticados que simulan el comportamiento. Sin embargo, se acostumbra a estimar los parámetros deformacionales de los materiales, introduciendo de esta manera un grado de incertidumbre. Con el objetivo de caracterizar la obra de fábrica, numerosos autores han investigado el comportamiento tensodeformacional, el mecanismo resistente y los criterios de rotura bajo esfuerzos uniaxiales y biaxiales.