Desde al año 2009, en la autopista C-31 y C32, pertenecientes a los accesos sur de la ciudad de Barcelona, comienzan a operar con una nueva modalidad en la gestión de tráfico, con “Velocidad Variable”. Dicho límite de velocidad se establece por medio de un algoritmo, el que es alimentado por diferentes variables, entre ellas, la información aportada los medios electrónicos instalados en dichas autopistas, los detectores. A partir de esta incorporación en la gestión de tráfico de carreteras, es que surge la pregunta que da comienzo a este proyecto, que es, qué tipo de información es la que se está tomando como dato para determinar, por ejemplo, la velocidad variable. En este caso, nos referimos en particular a la información que aportan los detectores en las autopistas y que es utilizada para esta nueva gestión de tráfico, pero indudablemente, el tema de la recolección de información, que luego es utilizada en distintos ámbitos, debe ser tratada, revisada y evaluada, de manera que el trabajo posterior se asemeje a la realidad. Primeramente se hará un planteamiento del objetivo de este trabajo, dando a conocer el por qué de este, hasta donde abarcaremos y en qué nos basaremos para su desarrollo. Posteriormente se hará un repaso por los distintos modelos de flujo de tráfico y de los simuladores utilizados; además de hacer un estudio de las variables de tráfico más utilizadas. A continuación, nos acercamos a los distintos medios por los que podemos obtener información de tráfico, haciendo énfasis para este caso, en los detectores de tráfico utilizados en las carreteras. Luego, daremos comienzo a la formulación del modelo de detección de datos atípicos, para lo que primeramente nos basaremos en un método adaptativo generalizado para poder determinar el estado de nuestra autopista en estudio, y luego basar en él, nuestro modelo. Finalmente se harán las pruebas necesarias que nos permitan dar fiabilidad al modelo presentado.