El presente proyecto tiene como objetivo demostrar la utilidad de las herramientas de simulación energética basadas en la tecnología del Building Information Modeling (BIM) aplicadas a la prevención de riesgos laborales en edificios en los que desarrollan actividades del sector terciario. Concretamente, se analiza el confort térmico en el lugar de trabajo de un edificio prototipo en dos ubicaciones con climatologías lo suficientemente distintas como para obtener resultados concluyentes (Barcelona y Bogotá). Las herramientas de simulación utilizadas son de uso libre, por lo que cualquier persona u organización puede disponer de ellas sin coste alguno. Por otro lado, dichas herramientas están siendo utilizadas en la actualidad por profesionales y organismos nacionales, por lo que se concluye que están lo suficientemente contrastadas para su utilización en este tipo de estudios. El programa utilizado es OpenStudio, un software multiplataforma que proporciona una serie de herramientas para la simulación energética utilizando EnergyPlus como motor de cálculo. La simulación geométrica se ha realizado con SketchUp, un programa de diseño gráfico y modelado tridimensional que permite la instalación de una extensión específica de OpenStudio. Con este tipo de herramientas es posible tomar medidas de intervención encaminadas a mejorar el confort térmico en la fase de diseño, reduciendo o eliminando el riesgo incluso antes de su aparición. Con las herramientas de valoración tradicionales esto no es posible. La metodología de valoración del confort térmico es Fanger. El método Fanger es el que se utiliza habitualmente hoy en día para evaluar situaciones de confort térmico, y su metodología ha sido recogida por la norma UNE-EN ISO7730, que es la referencia a aplicar para evaluaciones del confort térmico. Los resultados de la simulación demuestran, como es esperado, que el clima es un factor determinante en el confort térmico de los lugares de trabajo. En conclusión, para el edificio prototipo estudiado se deben proponer medidas de intervención adaptadas a las necesidades de cada uno de los emplazamientos. Intentando aplicar las mismas medidas para ambos casos, en uno de ellos los resultados son favorables y, en cambio, son contraproducentes en el otro. Por último, las medidas de intervención son analizadas desde un punto de vista energético y, en consecuencia, económico, aumentando de este modo el valor añadido de éstas y haciéndolas más atractivas a los grupos de interés que deciden su implementación. Analizando los resultados en conjunto, medidas como el cambio de la envolvente del edificio, pueden resultar poco interesantes en uno de los aspectos, pero de forma global, ser viables técnica y económicamente, mejorando la calidad de vida de las personas que desarrollan su actividad en el lugar de trabajo estudiado y al mismo tiempo, siendo atractivas económicamente para la organización.