El presente trabajo tiene como objetivo combinar dos temas importantes para la creación de materiales compatibles con el patrimonio edificado que ahora necesita de rehabilitaciones y restauraciones. Por un lado, los graves daños producidos por la utilización de hormigón armado convencional y, en consecuencia el uso de cemento, en las obras de restauración de gran cantidad de monumentos del siglo XX, han llevado al rechazo total de estos materiales por la evidente falta de durabilidad y afinidad con los materiales tradicionales. Estos materiales, símbolos de progreso tecnológico del siglo anterior, desplazaron la cal, material tradicional por excelencia, y que ha sobrevivido en buen estado en numerosos edificios al paso del tiempo. Por otro lado, el hormigón es uno de los materiales más usado en construcción. Ya se conoce su increíble resistencia a compresión, pero no resiste esfuerzos a tracción, lo que incrementa la incompatibilidad con la rehabilitación. Desde mediados del siglo XX se han venido estudiando los hormigones con fibras y, actualmente, son cada día más usados, ya en el 2008 la EHE incluyó en su ejemplar un apartado para su uso y tratamiento. De estas dos premisas nace la idea de estudiar un microhormigón con la inclusión de fibras de polipropileno. Para cubrir el objetivo se propone el diseño de una campaña experimental a realizar en el laboratorio que englobará tanto la fabricación como el ensayo de probetas del material protagonista. El estudio se divide en tres partes muy diferenciadas: Primero se inicia una investigación sobre los materiales estrella: la cal y las fibras, todo ello bibliografíado y documentado con experiencias piloto que otorgará conocimiento previo. Segundo se desarrolla la campaña experimental donde se definen dosificaciones, tipos y cantidades de probetas así como ensayos a realizar. Con la ayuda del utillaje de laboratorio y la normativa española. Finalmente, se exponen y analizan los resultados obtenidos de todo el proceso, que se desarrollaran en una lista de conclusiones. Se considera probado que la combinación entre hormigón de cal y fibras de polipropileno, tradición y modernidad, resultan un material idóneo para estudios más detallados y obtener así un nuevo material que mejore las propiedades en la restauración de edificios históricos.