Abstract:
|
Desde la antigüedad los pueblos que habitan Guinea Ecuatorial, han venido destacando en la
construcción de sus edificios de Nipas o Ndáa bibuiñ (construcción con hojas), edificios de
Bivín o Ndáa-Bivín (construcción con cortezas de árboles) y edificios de Barro o Ndáa-Sí
(construcción con barro amasado), todas de soluciones primitivas que con el tiempo han ido
abriendo paso a las construcciones con materiales modernos.
Guinea Ecuatorial es un país tropical, con un clima cálido y muy húmedo. La temperatura
media anual es superior a 27ºC, las lluvias suelen superar entre 1500 a 2000mm. La humedad
relativa es de 90% anual, descendiendo a 85% en épocas secas. El clima tropical, con una
estación lluviosa prolongada condiciona la presencia de bosque tropical húmedo. La presencia
de humedades facilita la proliferación de insectos transmisores del paludismo, filariasis,
tripanosomiasis africana y la existencia de moscas transmisoras de la oncocercosis,etc. Estas
condiciones climatológicas han condicionado la arquitectura o forma de construir de la zona.
Este proyecto trata de explicar los tipos de materiales, sistemas, etapas y procesos
constructivos que han tenido lugar en Guinea Ecuatorial: desde las soluciones primitivas con
hojas de palmera de raphia y corteza del árbol oyang o xiolopia aethiopica, pasando por la
construcción con el barro amasado y las tabletas de madera de calabó, hasta la llegada de los
europeos, que trajeron con ellos la construcción con materiales nuevos, como son el ladrillo y el
bloque de hormigón. Éstos aprendieron de los lugareños, de su forma de construir adaptado al
clima y a la región y lo combinaron con la tecnología y la modernidad europeas.
Construimos teniendo en cuenta nuestro entono: el clima, el lugar, los materiales, etc., tal
como se ha demostrado en las contrucciones tradicionales a lo largo de la historia.
En las construcciones con materiales modernos, es decir, el empleo de nuevas técnicas de
construcción mediante el hormigón, la mampostería y la ornamentación que trajeron los
españoles, se adaptó a las formas de construir de los lugareños y, además, la mejoraron. Los
edificios modernos fueron proyectados orientandolos al buen uso y garantizando en todo
momento la ventilación, que ya venía siendo clave en las construcciones de los indígenas: la
iluminación natural mediante galerías abiertas, los porches, las celosías y patios interiores. Para
evitar el soleamiento directo, continuaron construyendo algunos edificios con aleros que ya
habían adaptado las contrucciones locales y, sobre todo, como he dicho antes, introdujeron
porches, galerías, celosías y patios interiores hasta entonces desconocidas en las construcciones
primitivas. Las finas y delgadas paredes de las construcciones con material local, que permitían
menor retención del calor y favorecían la ventilación, eran sustituidas por otras más modernas
pero con mayor grosor, es decir, mayor masa térmica. Para compensar este efecto térmico,
adoptaron las anteriores medidas constructivas citadas y una ubicación efectiva de aberturas -
vanos - que favorecen el cruzamiento del aire para su constante renovación. |