Las subsidencias de la bofia y la mina Enrique y el consecuente derribo de La Estación es la afección más antigua de la actividad minera en Sallent de Llobregat. El proyecto convierte esta primera afección salina en la cara de la regeneración del pueblo, situando sobre el barrio un programa que cierra el ciclo de modificaciones territoriales de la actividad minera. Para conseguir regenerar el paisaje contaminado se establece un vivero de planta autóctona y de investigación de plantas halófitas, capaces de mejorar el terreno afectado por la sal. Esta producción local servirá para colonizar las tierras quemadas. Se reaprovecha la urbanización existente en el barrio para generar un tránsito cerrado para uso del vivero, y otro público y conectado a las rutas peatonales de Sallent. Se crea así un parque que convive con el vivero, del cual toma prestado el paisaje. El proyecto genera una nueva productividad para un territorio que hemos maltratado y del que nos hemos desconectado, quiere devolvolverle lo más rápido posible su funcionamiento “natural“ equilibrado para poder volver a aprovechar sus recursos, su agua, su sombra, su materia, su paisaje.