Resumen:
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En los últimos años, las especulaciones que se vinculan al futuro deshielo del Ártico respecto a sus recursos naturales, apertura de nuevas rutas de navegación e implicaciones geoestratégicas, convierten la región en una zona de gran interés. A pesar de que esto pueda ser visto como un causante de tensiones y conflictos entre los países árticos, la cooperación en la región, es la norma. Sin embargo, tal y como expone Åtland (2012: 8): “El nivel de actividad militar en la región es más alto hoy en día que en la década de 1990, pero considerablemente más bajo que en los años 1970 y 80.”En la actualidad, se puede observar como Rusia y los Estados Unidos han incrementado su presencia militar en la zona por tierra, mar y aire. Generando así, tensión e incerteza en la región. A pesar de que todos los miembros del Consejo Ártico aprecian el hecho de que el Océano Glacial Ártico es una región de baja tensión, esto no quiere decir que no existan posibilidades de conflictos y tensiones militares. A diferencia de la Antártida, el Ártico no es, y es poco probable que se convierta, en una zona desmilitarizada (Åtland, 2012: 2). |