En la actualidad, una parte de la investigación tecnológica se ha dedicado a estudiar el mecanismo de autorreparación del cemento y sus derivados. Dichos elementos, en flexión o tensión se agrietan fácilmente, por lo tanto la creación de grietas es un rasgo propio del material. ¿Y si este agrietamiento sirviera para iniciar una transformación? La presente investigación evalúa las propiedades autorreparables del mortero a base de cemento, comparando el mecanismo de autorreparación autógena en cuatro tipos de dosificaciones elaboradas a base de CEM II (Dosificación M1 o muestra de control), CEM I con cenizas volantes (Dosificación M2), CEM I con nanosílice y carbonato de calcio (fíller) (Dosificación M3) y CEM I con cal hidráulica y cenizas volantes (Dosificación M4). Para estudiar dicho mecanismo, se establecen cuatro parámetros teóricos: hidratación constante, influencia de las condiciones ambientales, incorporación de adiciones y medición de la autorreparación a través de la prueba de absorción. Utilizando los parámetros, se llevan a cabo ensayos físicos, mecánicos e hídricos, en las diferentes edades de las distintas formulaciones, para constatar si las características de los materiales son adecuadas o no, y se establecen analogías y disimilitudes entre las diversas dosificaciones e incluso entre los ejemplares de cada dosificación De la misma manera, para evaluar la autorreparación de las grietas longitudinales (provocadas a través de una carga puntual), se utiliza el ensayo de MOE ultrasonidos, absorción de agua por capilaridad y la toma de imágenes a través del microscopio. En el desarrollo de la investigación, las probetas, con y sin grieta, están expuestas durante 60 días a diferentes condiciones ambientales: inmersión, cámara húmeda (20 ± 2°C de T y a 95 ± 5% de HR) y laboratorio de materiales de la EPSEB (25 ± 5°C de T y a 65% ± 5% de HR). Éstos nos permiten corroborar cómo el medio ambiente y otros factores contribuyen o no al proceso de autorreparación. Finalmente, los resultados obtenidos nos permiten establecer, que la hidratación constante es un factor imprescindible para que el mecanismo de autorreparación se lleve a cabo; las condiciones ambientales, han influenciado solo en un porcentaje de las muestras expuestas a la humedad constante, es probable que se vean otros resultados en un periodo de exposición más largo; la incorporación de adiciones a las mezclas a base de cemento, no influye en el mecanismo, porque todas las dosificaciones en inmersión han presentado autorreparación; y la absorción capilar y la microscopía óptica, son ensayos que corroboran la autorreparación autógena.