Los altos rendimientos que puede alcanzar el maíz a menudo propician que se apliquen grandes cantidades de nitrógeno que no siempre son absorbidas por el cultivo en su totalidad. El nitrógeno remanente en el suelo después de la cosecha (nitrógeno residual) puede ser aprovechado por el cultivo siguiente, traduciéndose en una reducción en la aplicación de fertilizante. En el presente artículo se exponen los resultados obtenidos en un ensayo de campo, en el cual se ha cuantificado el efecto residual del nitrógeno proveniente de la fertilización del maíz, sobre un cultivo posterior de trigo.
Spanish
Adobs; Cereals--Conreu; Compostos de nitrogen
Eumedia
Vida Rural, 2016, núm. 422, p. 28-34
(c) Eumedia, 2016
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