Abstract:
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Es sobradamente conocido que uno de los territorios en que la sociedad colonial había logrado un relativo éxito en la ocupación del espacio amazónico andino había sido la selva central peruana, resultado propiciado por la actuación convergente de las autoridades civiles, eclesiásticas y grupos de poder local. Ciertamente, a mediados del siglo XVIII se habían consolidado varias rutas de penetración desde los principales centros serranos hacia la montaña7 , en nuestro caso, las vías que pasando por Tarma y/o Jauja llegaban al río Chancha mayo, o desde Huánuco tocaban las poblaciones de Panao, Chaglla, Muña, Pozuzo y arribaban hasta las orillas del Palcazú, en las orillas del río Mayro. Consecuencia de la existencia de dichas rutas, diversos grupos de la sociedad colonial se habían establecido en las fronteras de Huánuco (valles de Chontabamba, Huancabamba, Pozuzo), Tarma (valles de Vitoc, Chanchamayo, Paucartambo), y Jauja (valles del Pangoa, Satipo y bajo Perené), cuyos poblados constituyeron las bases |