Abstract:
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Sostengo que el sistema, ahora global, que padece la entera humanidad, me gusta llamarle excedentario, es, contra lo que autoproclama, falaz, injusto, punitivo, tiránico y, por añadidura, sin futuro. Y uno de sus muchos embelecos es el nacionalismo, superchería sosteniendo que todas las personas que viven en un mismo territorio tienen enemigos comunes y características culturales que les hermanan, superando incluso diferencias de clase. Cualquier nacionalismo es esperpéntico, excluyente, irracional y racista, hay abundante bibliografía desenmascarándolo, pero el catalán alcanza el cenit y tiene curiosas peculiaridades, ser muy tardío, no pretender la clase social que lo alumbró, la burguesía a principios del 20, conquistar, como las demás, el estado sino neutralizar un arraigado proletariado internacionalista y libertario con un proyecto arrebatador, trabado y alternativo o la incapacidad de la 'izquierda', tras la muerte de Franco, de echar por la borda la telaraña de enredos, mentiras y trampas que habían urdido intelectuales que mudaron, cómo no, de chaqueta cuantas veces hizo falta. |