Durante muchos años la naturaleza de la unión gingival al diente ha sido motivo de amplias discusiones. Hasta 1921, en que GOTTLIEB pu­blicó su trabajo sobre el tema, se creía que la encía no estaba unida al diente, conectando con él únicamente a nivel de la línea amelocementa­ria, de manera que el surco gingival se extendía desde este punto api­calmente, hasta el borde libre de la encía, coronalmente (Fig. 1). Los trabajos de GOTTLIEB le llevaron a la conclusión de que, en realidad, la encía estaba unida al diente formando lo que él denominó 'Der Epithelansatz amzahne', que en la literatura anglosajona se ha llamado 'Epithelial Attachment' y que nosotros podríamos traducir como unión epitelial, aunque otros nombres como 'attachment epitelial' o 'inserción epitelial' han venido utilizándose tradicionalmente en castellano para designar este mismo hecho...