Los vinos pueden sufrir procesos bioquímicos no controlados que les proporcionan precipitaciones indeseables. Por ello se requiere un proceso de estabilización. En este contexto, la carboximetilcelulosa (CMC) es un compuesto que se puede usar en diferentes condiciones para la estabilización tartárica. El presente proyecto comparará dicha estabilización con la producida por el frío. Los parámetros que se analizarán serán tanto físico-químicos como organolépticos y se llevará a cabo en diferentes tipos de vinos.