La historiografia económica y social europea de las Últimas décadas ha mostrado un gran interés por la llamada Revolución del consumo y la expansión comercial del siglo XVIII. Recientemente, un nuevo énfasis hacia la organización del comercio regional y las estructuras del mercado ha dado lugar a importantes estudios que examinan la conexión mercantil y las redes de distribución de productos entre zonas con especialización agrícola y otras que destacaron por su desarrollo ind~s t r ial .E~n este contexto, el desarrollo socio-económico catalán del siglo XVIII fue relevante en el sentido que mantuvo un crecimiento sostenido por la transformación y exportación de sus productos agrarios y se crearon las condiciones necesarias para el arranque industrial del siglo XIX