Abstract:
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Cuenta David Landes que un periódico estadounidense, pretendiendo analizar los cambios de más envergadura del último milenio, le pidió escoger al principal innovador del mundo de la industria2. El autor de Prometeo Liberado eligió a Henry Ford. Otro maestro de la historia económica estadounidense, Alfred Chandler, inició su singladura investigadora estudiando la génesis de la gran corporación capitalista por la vía de confrontar los casos de Ford y General Motors3. En Europa, y durante el período de entreguerras, Antonio Gramsci dedicó parte de sus cuadernos de cárcel a intentar analizar lo que tituló Americanismo e fordismo4. Economistas y sociólogos franceses han polemizado durante lustros sobre la caracterización del sistema de producción de Ford5. Incluso en Alemania, el término Fordismus tuvo tempranamente sus adeptos y ya en 1925 se daba un curso sobre el mismo en la Universidad Humboldt de Berlín6. Werner Abelshauser ha llegado a defender que no sólo Volkswagen en la RFA, sino incluso la industria del automóvil en la extinta RDA, se organizaron bajo principios fordistas. No cabe duda que el pensamiento económico y las ciencias sociales fueron cautivados por el capitalismo de Michigan durante cerca de un siglo. |